Una joven venezolana identificada como Ana Rosa Rojas Pinto fue asesinada en Colombia este 24 de noviembre, por un hombre en un motel de Colombia.

Según diversos medios locales, una empleada del motel Las Palmas de Neiva, halló el cuerpo de la venezolana envuelto en una sábana.
A pesar que para el momento no se ha confirmado la causa de muerte, la policía maneja la hipótesis de asfixia mecánica, dado que no tenía heridas en su cuerpo.
En tal sentido, se sabe que la noche de este miércoles Rojas estaba el local para adultos “Pereiranas” donde trabajaba, y en la madrugada salió con un hombre que frecuentaba el lugar, con rumbo al motel.
De acuerdo al Diario El Espectador, Ana se desempeñaba como trabajadora sexual desde hace cuatro meses y decidió acompañar al sospechoso a un motel para obtener ingresos extra esa noche.

Así mismo, las cámaras de seguridad grabaron a la pareja entrando al establecimiento a las 4:11 de la mañana, 40 minutos después, el sospechoso «solicitó una cerveza, preservativos y el control del aire acondicionado».
Luego de tres horas, a las 7:27 a.m, el hombre dejó el lugar sin acompañante, lo cual llamó la atención de los agentes.
Lo hacía por necesidad
Así como muchos migrantes, Rojas Pinto dejó su natal Zaraza, estado Guárico, a comienzos de febrero.
Luego llegó a Melgar, donde conoció a unas amigas y empezó a trabajar en locales nocturnos.
La familia desconocía su profesión
Rojas dejó huérfana a una niña pequeña, quien estaba bajo el cuidado de sus padres en Venezuela. La familia desconocía su profesión y solo conoció que se dedicaba a la prostitución, al momento de su muerte.

Mientras siguen las averiguaciones, allegados a la mujer exigieron que su muerte no sea catalogada como un homicidio; sino por el contrario, la calificaron como femicidio.
«Fue vilmente asesinada, ella no se metía con nadie, trabajaba en este oficio para mantener a su familia y hoy un desalmado ha dejado a su niña huérfana», informó una de sus compañeras.
Redacción de Noticias Universal con información de Caraota Digital